Parques temáticos: cultura y ocio

1. INTRODUCCIÓN

La creciente demanda por parte de la sociedad de nuevas experiencias recreativas y turísticas, así como la desaparición de los límites teóricos entre turismo, ocio y otras actividades de consumo (Moore, Cushman y Simmons, 1995; Carr, 2002), están siendo factores clave para el desarrollo de parques temáticos como espacios de ocio activo. Estos equipamientos buscan cubrir las expectativas de una demanda cada vez más habituada a equipamientos recreativos racionalizados, cuya finalidad es generar experiencias de consumo en un contexto de elevado control de los procesos de producción, de la puesta en escena y presentación del producto.

La concentración en un territorio de estos equipamientos empresariales para el ocio ha despertado el interés de los gobiernos regionales tanto por la magnitud de la inversión como por las dinámicas económicas de empleo y renta que generan; si bien se tiende a sobrevalorar por la administración el impacto económico que las inversiones de este tipo van a producir en la economía local (Finn y Erdem, 1995; Dwyer, Forsyth y Spurr, (2004); Lee y Taylor 2005). La celebración de eventos, festivales y la creación de nuevos espacios para el ocio han sido vistos como oportunidades tanto para el reposicionamiento de destinos turísticos tradicionales como para la generación de nuevas dinámicas turísticas. Este interés no solo responde a criterios de política, insertados en un marco amplio de planificación estratégica, sino que responde al deseo de satisfacer las expectativas de una demanda turística, cada vez más habituada a equipamientos recreativos cercanos y complementarios a la motivación principal de su viaje.

El desarrollo generalizado de este concepto de negocio basado en la recreación del imaginario colectivo surge fundamentalmente a finales del siglo XX y se extiende hasta nuestros días, propiciado por lo que Rifkin (2000) denomina” la nueva cultura del tiempo libre” caracterizada por los cambios en la ética social de la población de los países desarrollados como consecuencia, a su vez, de los cambios producidos en los procesos productivos durante las últimas décadas. En concreto, el desplazamiento de la atención del mundo del trabajo hacia un mayor percepción del bienestar personal a través del deporte, el juego, el ocio y la cultura.

En esta dinámica, el tiempo de ocio ha pasado a ser un derecho social consolidado y la producción de formatos, contenidos y realidades para satisfacer esta demanda se ha llegado a convertir en un nuevo activo empresarial enmarcado en la generación de experiencias de entretenimiento que, además de producir emociones, educan. En otras palabras, en lo que se podría denominar “la formación informal”, que se basa en la experiencia cotidiana.

El cambio en los procesos productivos ha modificado también la forma de entender el ocio, que no sólo ha aumentado en cantidad, en diversidad y en posibilidades de acceso, sino que se desarrolla en nuevas direcciones aportando al propio tiempo libre nuevas dimensiones hasta el momento poco conocidas y desarrolladas: la lúdico- festiva, la creativa y la solidaria – ambiental (Rifkin, 2000).

La progresiva consolidación de la nueva cultura del tiempo libre tiene dos consecuencias fundamentales: En primer lugar, ha resituado el ocio frente al viaje turístico como fundamento del uso del tiempo libre. En segundo lugar, esta transformación anuncia el surgimiento de nuevas expectativas por parte de los consumidores que reclaman nuevos productos y, en particular, nuevos equipamientos recreativos.

Sin embargo, la atención que los espacios de ocio tematizados han despertado en empresas, profesionales y gobiernos, no tiene un correlato equitativo en la investigación turística, de tal manera que nos es habitual encontrar trabajos basados en esta temática específica. En nuestro país, el autor que más ha tratado el concepto y desarrollo de los parques temáticos es, en la actualidad, Salvador Antón Clavé (1996; 2005; 2007. Por ello, en este artículo se parte de muchas de sus aportaciones. Ahora bien, el objetivo es desarrollar una visión actualizada, aportando una nueva perspectiva al concepto de parque temático a la luz de los aspectos que, dentro de una previsión razonable, afectarán al desarrollo de este concepto de ocio en el futuro.

Un primer acercamiento al concepto de parque temático podría ser considerarlo como un equipamiento para uso recreativo basado en multi-atracciones, localizado en un lugar específicamente creado para ello y utilizando la tematización como soporte para crear experiencias únicas que cubran las expectativas de la demanda.

El primer factor clave que se ha de considerar en el proceso de creación y desarrollo del espacio es la tematización, ya que el tema es el argumento, el hilo conductor y la esencia del parque. De ahí la necesidad de una correcta conceptualización del mismo, ya sean: personajes de cómic (Parc Asterix, Francia), hitos históricos (Le Puy du Fou, Francia), lugares lejanos (Parque España, Japón), avances tecnológicos (Futuroscope, Francia), naturaleza (L’Oceanogràfic, Valencia), cuentos tradicionales (Efteling, Holanda), entre otros.

Además del concepto y la calidad de las atracciones, es de vital importancia la localización del mismo, que depende de distintas variables. Entre otras, el propio alcance del parque y, en particular, su condición final como parque regional o de destino. Esta importancia por la localización hizo decantarse a The Walt Disney Company por Paris, gracias a su inmejorable ubicación en el centro de la Europa desarrollada y en medio de un gran nudo de infraestructuras de comunicación. Por ello, la accesibilidad al mercado es un condicionante clave.

Otras variables destacadas para el éxito de un parque temático son las mismas que encontramos en cualquier negocio turístico: la magnitud de la inversión, la dimensión del proyecto, la competencia existente, los precios, las condiciones ambientales y la capacidad de gestión disponible en el área donde se va a localizar.

En los últimos años, podemos observar como los parques temáticos tienen influencia en los procesos de construcción social del espacio, ya que van integrando en sus complejos corporativos, como estrategia para ampliar sus oportunidades de negocio, áreas comerciales, hoteles y zonas de entretenimiento. Por ello, algunos analistas, planificadores y promotores (RTS, 2003) consideran que pueden considerarse como espacios de innovación en temas de planificación relativos a los usos del diseño y la construcción, la gestión del agua y de residuos e, incluso, la conservación del espacio, asemejándose de esta forma a un clúster turístico especializado.

En definitiva, los parques temáticos son creaciones culturales que muestran como el ocio y el entretenimiento se han convertido en elementos fundamentales de desarrollo económico, social y territorial en las sociedades contemporáneas.

2. DE UN ESPACIO PARA EL OCIO A LA INMERSIÓN TEMÁTICA

Antón Clavé (2005: 28) considera que “los parques se alimentan del concepto formalmente urbano de las exposiciones universales, de la capacidad de satisfacer las necesidades lúdicas de los humanos a través de sistemas ‘manufacturados’ propios de los parques de atracciones, del lenguaje fragmentado, a escenas, característico de la cinematografía y del efecto de representación del mundo heredero de la más clásica tradición jardinística. […] Los parques temáticos no sólo son un complicado sistema de escape de la cotidianeidad sino también lugares con vocación didáctica y de significación.”

Partiendo de dicha premisa, podemos trazar la evolución cronológica que ha llevado a que determinados espacios de ocio reciban la consideración de parques temáticos:

2.1. Antecedentes históricos

A lo largo de la historia las personas han creado lugares donde concentrarse en gran número para participar en rituales, entretenimientos, atracciones y espectáculos, mientras consumen e intercambian comida, bienes y servicios.

2.1.1.Ferias y mercados medievales

Se puede considerar que el germen de los parques temáticos tiene su origen en las ferias y mercados medievales, en las cuáles ya se encontraban atracciones y espectáculos que concentraban a un elevado número de personas en el marco de un ambiente lúdico y festivo.

2.1.2.Los jardines europeos

Los llamados “Pleasure Gardens” cuyo mayor apogeo podemos datar entre los siglos XVIII y XIX, se trataban de espacios de ocio y esparcimiento que derivaban de la tradición de los jardines reales, dedicados a la incipiente clase burguesa y que ya contenían atracciones especiales de pago por uso.

Podemos hablar de estos jardines en término de un paisaje tematizado, ya que estaban vinculados a los estilos de vida colonial e industrial, tratando de reflejar en los mismos paisajes exóticos de otros lugares, todo ello gracias a la flora y fauna procedente de varias regiones de Europa y especialmente de Oriente.

2.1.3.Las exposiciones universales

Las exposiciones universales empezaron en 1851 en Londres, donde se celebró la “Great Exhibition of the Works of Industry of all Nations” en el “Hyde Park”. Se configuraron como espacios de representación de la modernidad y el progreso, y se dedicaron a estimular el consumo, la persuasión ideológica basada en la idea de progreso y la divulgación de los avances tecnológicos. En definitiva, un lugar donde las personas pudieran encontrar la felicidad y el conocimiento.

Las exposiciones universales son un avanzado antecedente de los parques temáticos, con un concepto fundamentalmente urbano pero efímero, que incluso fueron modelo de la creación de sistemas higiénicos y sanitarios.

A los efectos de nuestro estudio hemos de destacar la “World´s Columbian Exposition” celebrada en Chicago en 1.893, que sentó precedentes no ya solo en materia arquitectónica y organizativa, sino también en la configuración de los futuros parques temáticos, siendo la primera feria mundial en establecer un área de atracciones y espectáculos estrictamente separada de la zona de pabellones, y que albergó la primera noria del mundo, la “Ferries Wheel” construida por George Ferris.

Tal es la importancia de dicha feria, que el empresario George C. Tilyou se inspiró en esa zona de esparcimiento para la creación del primer gran parque de ocio americano, Steeplechase Park, en Coney Island (New York).

2.2. Evolución en los siglos XVIII y XIX

Sentados los antecedentes históricos de los parques temáticos desde la Edad Media hasta el siglo XIX, podemos colegir que es a partir del siglo XVIII y especialmente en el siglo XIX, cuando se produce la aparición de nuevos espacios de ocio, más evolucionados que sus antecesores y configurándose en lo que podría llamarse los parques de ocio, espacios privados con atracciones de pago, y con un enfoque orientado a la clase burguesa y trabajadora de la época.

2.2.1.Parques zoológicos

Los parques zoológicos son una evolución de los “Pleasure Gardens”, y es que al igual que aquellos, se crearon como espacios de ocio para la clase burguesa europea imitando las colecciones privadas de animales pertenecientes a los reyes. Por ello, se considera que en 1765 se inauguró el primer zoológico en la ciudad austríaca de Viena. El objetivo de estos primeros parques zoológicos era el de una mera exposición de animales exóticos para divertimento de los visitantes.

2.2.2.Parques atracciones mecánicas

Antón Clavé (2005: 36) considera que “a finales del siglo XIX el espacio del entretenimiento dejó de ser conocido como feria (concepto vinculado a nociones como mercado y fiesta) para ser conocido como parque (concepto vinculado a nociones como espacio público y recreación). […] En el tránsito desde las ferias a los parques de atracciones se observa también la evolución desde los escenarios de entretenimientos ‘producidos por’ las comunidades hasta los escenarios de entretenimiento ‘producidos para’ los individuos”.

Los cambios producidos en la sociedad del siglo XIX referentes a la distribución del tiempo personal y familiar asociados al trabajo y al tiempo libre, así como los avances mecánicos y la disponibilidad de electricidad permitieron la evolución hacia los parques de atracciones mecánicas como espacios recreativos específicos herederos de los “Pleasure Gardens”.

Las tecnologías que eran aplicadas habitualmente al trabajo se empiezan a usar en el ocio, alterando de esta forma las costumbres y modos de conducta.

Estos recintos se convirtieron en su época en áreas de esparcimiento de la población que habitaba en las incipientes ciudades, facilitando una huida del trabajo y del estrés de la alienación de una gran ciudad de la era industrial, ofreciendo unos minutos de asueto sin largos desplazamientos a otras ciudades; de ahí que nacieran la mayoría a finales del siglo XIX – principios del XX, en plena ebullición industrial.

Estos primeros parques tenían el sistema de “pago por atracción” heredado de las ferias.

Bakken en Dinamarca es considerado el primer parque de atracciones, inaugurado en 1583 como un como un manantial al que acuden muchos debido a la pésima calidad del agua de la época, posteriormente pasa a ser una zona de caza dejando de ser público, luego pasa a ser el espacio de la colección regia de animales y ya en 1.756 es reabierto al público. Con el paso de los años fue incorporando atracciones y ya en el siglo XIX se convirtió en un parque de atracciones, para lo cual se creó la Dyrehavsbakken Tent Owners’ Association en 1.885 en aras de mejorar los servicios de la zona: electricidad, basuras, etc.

También en Dinamarca encontramos Tivoli Gardens, considerado el segundo de atracciones en abrir sus puertas y uno de los más famosos del mundo, ubicado en Copenhague. El parque fue inaugurado el 15 de Agosto de 1843 con el nombre de “Tivoli & Vauxhall”, Tivoli en referencia a los jardines de Tivoli de Paris y Vauxhall en alusión a los jardines Vauxhall de Londres. Tivoli Gardens es la herencia directa de los jardines europeos transformado en parque de atracciones urbano, con más de un 75% de su superficie dedicada a jardines y lagos, que desde su apertura ha sido visitado por más de 300 millones de personas en búsqueda de su oferta de atracciones, restauración y ocio.

Es interesante recoger las palabras del fundador de los Tivoli Gardens, Georg Carstensen al rey Christian VIII acerca de la procedencia de la creación del parque: “cuando el pueblo se divierte, no piensa en la política”.

En el período entre 1930 y 1950, debido a las graves crisis y guerras que asolaron el mundo, la sociedad sufrió un importante cambio en sus motivaciones, sobre todo con respecto al ocio, lo que provocó que los parques de atracciones sufrieran un importante declive y muchos cerraran sus puertas.

2.2.3.Parques acuáticos

Ya a finales del siglo XX surge una variante de los parques de atracciones mecánicas, al hacerse uso del agua, apareciendo los parques acuáticos, cuyo principal fundamento son atracciones acuáticas como toboganes y piscinas.

Primigeniamente estos parques surgen en entornos con clima propicio, si bien con posterioridad dichos parque se “cubren” apareciendo los parques acuáticos “indoor” para las zonas en las que el clima no era propicio a este tipo de instalaciones.

George Millay es considerado el “Padre de la Industria de los Parques Acuáticos” al inaugurar en 1977 el “Wet ‘n Wild” en Orlando, Estados Unidos, el parque de ocio que sentaría las bases a una industria de los parques acuáticos y que pronto tuvo una enorme expansión por todo el mundo.

2.3. A partir de la segunda mitad del siglo XX

Como hemos visto, los espacios de ocio sufrieron una continua evolución para adaptarse a las características de una sociedad en constante evolución, por ello, Walt Disney, famoso cineasta, decidió adaptar el concepto del lenguaje cinematográfico a los parques de atracciones, creando de esta forma Disneyland California, que abrió sus puertas en 1955, aprovechándose del influjo de la industria cinematográfica estadounidense en pleno apogeo en aquellos años.

Con la llegada de Disneyland California la industria de los parques de ocio cambió radicalmente y aparecieron los parques temáticos, parques a los que se les confería un tema que sirviera de hilo conductor y envolver al cliente para crear experiencias únicas. Walt Disney decidió apropiarse del término “Imagineering” (compuesto por las palabras imaginación e ingeniería), popularizado por la empresa de aluminio americana Alcoa en la década de 1940, para describir esta nueva tendencia que él creó y que da nombre a la división de la Walt Disney Company encargada del diseño y desarrollo de los parques temáticos, Walt Disney Imagineering (se adoptó el termino no desde el inicio, pues primigeniamente el departamento era conocido como WED Enterprises).

2.3.1.Walt Disney y el lenguaje cinematográfico

Según Antón Clavé (2005), la estrategia de unificar temas, propia de los parques temáticos actuales, es el resultado de transferir el concepto de escena y su capacidad para producir ilusión a la construcción de un espacio de uso público.

Walt Disney trasladó el lenguaje cinematográfico que tan bien conocía a un espacio de ocio, Disneyland California, creando de esta forma el considerado primer parque temático. En este nuevo concepto, los visitantes se consideraban la audiencia de una experiencia que debían moverse en un sistema de flujos bien controlados, que se desarrollaba a través de escenas y platós recreando una realidad ficticia como en el cine, mediante la tematización total del ambiente.

Los espacios de ocio no sólo se aprovecharon del lenguaje cinematográfico, si no que el cine y la televisión tuvieron su reflejo en los parques temáticos mediante atracciones y espectáculos, creando así sinergias mutuas y la creación de un abundante y rentable merchandising. Este concepto de utilizar marcas cinematográficas u otras marcas comerciales en los parques temáticos está siendo muy explotada en la actualidad, ya que permite crear sinergias entre los diferentes formatos.

En definitiva, la adopción del lenguaje cinematográfico por los parques temáticos los convierte en espacios de ocio adaptados a los nuevos hábitos culturales producidos por los medios de comunicación, y es que el cine no solo condiciona el diseño de los parques, si no que se convierte en un componente fundamental de los espacios de ocio.

2.3.2.Parques temáticos

Según Antón Clavé (2005), los parques temáticos son paisajes de entretenimiento creados por arquitectos y planificadores con una intención narrativa concreta, y con la finalidad de eliminar cualquier referencia externa. Son una creación cultural en la cual el paisaje y la relación entre espacios es fundamental, y los requisitos de transporte, movimiento y movilidad están perfectamente estudiados.

Walt Disney, a la hora de concebir Disneyland California quería obtener un lugar agradable, donde presentar sus personajes, mejorando la limpieza, salubridad y control de aglomeraciones de los parques de atracciones, y poniendo énfasis en la tematización y el diseño del paisaje, en un espacio perfectamente estructurado y estudiado. Por ello, Disneyland se convirtió en un modelo a seguir por los parques de ocio posteriores debido a la estructuración del espacio y la creación de un lugar segregado del mundo real con diferentes sectores tematizados.

Sin embargo, el concepto fue mejorado con la creación de Six Flags Over Texas en 1961, situado próximo a ejes de comunicaciones con facilidad de acceso en coche, y que destacaba por las atracciones excitantes, la limpieza, el mantenimiento y su tematización. Este parque incorporó una característica novedosa hasta el momento, y fue el del ticket de acceso único, que permitía el acceso a todas las atracciones y espectáculos, un concepto que fue rápidamente adquirido por los parques temáticos como diferenciación del sistema pago por atracción (pay per ride) de los parques de atracciones.

En definitiva, los parques temáticos difieren de sus predecesores en cuanto al concepto del tema que da forma al contenido y su estructura, organización y sistema de operación.

2.4. Primera década del siglo XXI

Como ya hemos visto, a partir de la segunda mitad del siglo XX nace el concepto de parque temático, que según Antón Clavé (2005: 45-46), puede considerarse como “un microcosmos simbólico con identidad distintiva que propone una experiencia emocional completa. Un espacio de entretenimiento al cual se ha dotado de un argumento propio homogéneo, intensamente comercial y estrechamente vinculado a la producción de imágenes mediáticas.”

Lo que da singularidad a estos parques es la gestión del control, el poder de narración y su integración estratégica a partir de la imagen corporativa, que incluye venta de productos (restauración y recuerdos), y experiencias tematizadas (arquitectura, atracciones y espectáculos). Un parque temático es “un mundo alternativo” que envuelve al visitante y puede ser visto, oído y vivido de manera diferente a como se vive la vida convencionalmente. Walt Disney pronunció una de sus frases más famosas el día que se inauguró Disneyland: “Disneyland will never be finished as long as there is imagination left in the world” (Disneyland nunca estará completado mientras haya imaginación en el mundo).

Durante la primera década del siglo XXI, el concepto de parque temático ha cosechado un notable interés, debido al éxito de los parques Disney y otros parques que han seguido su modelo, lo que ha propiciado que el sector de los parques de ocio esté sufriendo una reorientación, con una tendencia hacia la unificación de sus modelos para convertirse en parques temáticos, ya que, al igual que éstos, están diseñados para entretener a sus visitantes y, sobre todo, hacerles que gasten dinero en una atmósfera ordenada y con un entorno paisajístico.

En definitiva, podemos concluir que los parques de ocio actuales han adoptado el modelo de parque temático para tematizar las experiencias, envolver al cliente y crear experiencias únicas. Un modelo que está en relación con la sociedad actual en la que tiene mucha importancia los códigos audiovisuales. A continuación se señalan los modelos principales.

2.4.1.Parques temáticos de ámbito cultural

A finales del siglo XX, la tendencia en Europa es la de crear espacios tematizados que sirvan a la vez como un lugar de ocio y educativo, en el que mediante el uso de la tematización o reconstrucción se permita conocer y divulgar la historia pasada, animales extintos o nuevas tecnologías.

Este tipo de parques va un paso más allá de los actuales museos e intenta de forma recreativa, mediante atracciones y espectáculos, educar sobre el ámbito elegido a sus visitantes, convirtiéndose algunos de estos parques en grandes recintos de ocio y aprendizaje. Son la clara herencia de las Exposiciones Universales e Internacionales, pues al igual que éstas se estructuran alrededor de un concepto o tema concreto, si bien a diferencia de las mismas, son permanentes tanto en el espacio como en el tiempo.

Francia fue uno de los países pioneros en la construcción de este tipo de recintos de ocio, muchas veces alejados de las grandes compañías de parques temáticos y su filosofía de parque al estilo “americano” en el que la tematización es un simple decorado y no el medio usado para divulgar o enseñar sobre un ámbito cultural.

Hace más de 30 años nació en este país Le Puy de Fou, uno de los primeros parques en aplicar este concepto más cultural y menos enfocado al ocio y la evasión. Tras este ejemplo exitoso han surgido diferentes parques en Francia como Futuroscope, Vulcania, Bioscope, etc. y alguno en España, Dinópolis.

El éxito de este tipo de parques ha hecho que muchos recintos museísticos estén empezando a adoptar la tematización y los recursos de los parques temáticos para representar y exponer sus colecciones en un ambiente que permita una mayor interacción por parte de los visitantes, creando así un efecto de inmersión.

2.4.2.Zooinmersión

Los parques zoológicos han pasado de ser una mera exposición de animales exóticos en un recinto, a dedicarse al estudio de tales animales, la crianza de los mismos y en particular la protección de especies en peligro de extinción o incluso ya extintas en estado salvaje.

La mayoría de los parques de naturaleza modernos están aplicando un nuevo concepto denominado “zooinmersión” consistente en ubicar y estudiar a los animales en recintos con reproducciones de sus entornos naturales. Estos microambientes son lo suficientemente grandes como para permitir el ejercicio y privacidad del animal, e incluso algunas instalaciones poseen varias especies conviviendo, lo cual puede llegar a ser muy educativo al igual que los programas de conservación o los carteles informativos. Para ello, los diseños modernos de las instalaciones tienen en cuenta tanto la comodidad del animal como la facilidad de los visitantes para observarlos, evitando que los animales sientan la presencia humana.

Este concepto surge como elemento de cambio en los zoos tradicionales, en los que los animales se encontraban encerrados en ambientes muy reducidos, en algunos casos incluso deplorables, y naturalizando en la medida de lo posible su vida en estos centros. Otro de los aspectos interesantes de este concepto es la finalidad que permite la reproducción de especies amenazadas y la posterior reintroducción a sus hábitats naturales.

2.4.3.Parques acuáticos tematizados

Al igual que con los parques temáticos, Disney volvió a revolucionar el concepto de los parques acuáticos con la inauguración en 1989 del Disney’s Typhoon Lagoon, el primer parque acuático tematizado, modelo que se ha popularizado a principios del siglo XXI con la inauguración de varios parques acuáticos por todo el mundo con la tematización como valor añadido, como es el caso del Siam Park en Tenerife que recibe anualmente más de 800.000 visitas, convirtiéndose en el parque acuático europeo más visitado.

3. TIPOLOGÍA DE PARQUES TEMÁTICOS

Según lo apuntado anteriormente, podemos ir concluyendo que un parque temático es un modelo de negocio caracterizado por ser una creación artificial/humana, en un espacio acotado utilizado para un fin de ocio. Los parques temáticos poseen uno o varios temas que siguiendo una estructura narrativa y argumental dan forma y sentido al conjunto, incluyendo atracciones y espectáculos, buscando, de esta forma, tematizar las experiencias para envolver al cliente en un ambiente específico y crear experiencias únicas. La finalidad de todo parque temático es entretener y, en algunos casos, educar. Los parques temáticos también pueden convertirse en complejos turísticos con la inclusión en ellos de unidades de alojamiento y restauración, así como otros productos complementarios al principal, que es el parque temático en sí mismo.

En este apartado se describen las tipologías de parques temáticos que encontramos en la actualidad, clasificados en tres grupos diferentes:

3.1. Tipología por tema/producto

Antón Clavé (2005), considera que el objetivo de la tematización es facilitar la organización de una propuesta recreativa compleja alrededor de una sola resolución conceptual. El tema debe remitir a una historia, un argumento, que el visitante asumirá durante su visita en un proceso progresivo de identificación. Las características físicas, paisajísticas y estéticas del entorno proporcionan los significantes. Para ello, los diseñadores de parques utilizan gran variedad de artefactos, ingredientes, estilos, arquitecturas y exhibiciones. Tematizar significa, por lo tanto, dotar de contenido un producto y establecer la necesidad simbólica de consumirlo. Un tema es, desde este punto de vista, el fundamento de las formas y los contenidos de un parque y la parte más relevante de la experiencia de los visitantes.

Ejemplo de parques por tema

3.2. Tipología por ámbito territorial

Siguiendo con Antón Clavé (2005), una clasificación para la diferenciación entre los parques es la que los divide según su ámbito espacial, tipo y capacidad de demanda y número de atracciones en parques de destino, regionales, urbanos y nicho:

Tipos de parques temáticos según su demanda

3.2.1.Parques de destino

Parques que han sido diseñados específicamente para atraer un elevado número de visitantes que provienen de lugares de origen situados a media y larga distancia y que han pernoctado en el destino con la finalidad principal de visitar el parque. Generalmente, este tipo de parques suelen incorporar alojamiento y productos complementarios a fin de estimular y facilitar la pernoctación.

3.2.2.Parques regionales

Parques diseñados para atraer un número significativo de visitantes durante unas horas al día. La mayor parte de los visitantes de este tipo de parques provienen de áreas situadas en el entorno de 100-200km.

3.2.3.Parques urbanos

Parques que se abastecen de los residentes en el entorno urbano inmediato.

3.2.4.Parques nicho

Es un tipo de parques de pequeña dimensión orientados hacia un tema específico que suelen estar en entornos urbanos.

Sin embargo, es posible considerar que , en la actualidad, esta tipología territorial está superada, especialmente en Europa, donde muchos parques considerados como urbanos y regionales están incorporando unidades de alojamiento y actividades complementarias al producto principal, lo que las convierte, por la propia definición, en parques de destino a nivel nacional e incluso internacional sin la necesidad de alcanzar las cifras mencionadas en el cuadro anterior, que, obviamente, son coyunturales en función de la dinámica económica general y sectorial.

En conclusión, consideramos que los parques de destino son aquellos que se convierten en la principal motivación de visita a un lugar determinado.

3.3. Tipología por finalidad

Tras revisar los diferentes formatos de parques temáticos que se encuentran ofertando actualmente sus atracciones en el mercado, se observa una nueva tendencia: la deriva que los espacios de ocio están teniendo hacia la unificación bajo un concepto, diversificado según su finalidad (tabla 3).

Dentro de esta tipología, los parques pueden ser de destino, si incluyen unidades de alojamiento, otras actividades complementarias, y se convierten en el principal motivo de visita; o parques urbano/regionales. Cabe destacar que algunos de los parques que podríamos considerar como parques de destino, debido a que son la principal motivación para visitar el lugar, no han podido desarrollar unidades de alojamiento debido a sus bajos niveles de ingresos (el caso Dinópolis Teruel).

3.3.1.Ámbito educativo

Como hemos visto anteriormente, la tendencia en Europa es la de crear espacios tematizados que sirvan a la vez como un lugar de ocio y educativo. Mediante el uso de la tematización o reconstrucción permitan conocer y divulgar la historia pasada, animales extintos o nuevas tecnologías. Este tipo de parques va un paso más allá de los actuales museos e intenta de forma recreativa, mediante atracciones y espectáculos, educar sobre el ámbito elegido a sus visitantes, convirtiéndose algunos de estos parques en grandes recintos de ocio y aprendizaje.

Dentro de esta categoría englobaríamos a los parques de naturaleza modernos, ya sean terrestres o acuáticos, ya que intentan divulgar el conocimiento de las especies animales, ya que, como dijo el conservacionista senegalés Baba Dioum, “en definitiva, sólo conservamos lo que amamos; sólo amamos lo que comprendemos; y sólo comprendemos aquello que nos han enseñado.” Pero no sólo encontramos los parques de naturaleza, también parques con un ámbito educativo sobre la historia o la tecnología, entre otros.

3.3.2.Ámbito recreativo

En este grupo se encuentran la mayoría de los parques temáticos que surgieron a finales del siglo XX tomando como modelo el parque Disneyland y los antiguos parques de atracciones mecánicas. En ellos el único fin es recrear al visitante con sus atracciones y espectáculos tematizados pero sin ningún contenido educativo.

Ejemplos de tipología por finalidad

4. DESARROLLO DE LOS PARQUES TEMÁTICOS EN ESPAÑA

En España, el desarrollo de parques de ocio fue muy posterior al resto de Europa y del mundo. Podemos decir que fue a partir de los 80, y especialmente a partir de mediados de los 90, el momento en que comienzan a gestarse los grandes parques temáticos nacionales, pudiendo hablar incluso de una “fiebre” por los grandes parques temáticos. Desde entonces, y hasta la llegada de la crisis económica actual, la velocidad de implantación y expansión fue vertiginosa.

Las inmejorables condiciones climáticas de España, centraron el foco de atención en los parques temáticos, viendo las diversas administraciones públicas en éstos una mejora y un valor añadido a la oferta turística. Desde algunos ámbitos incluso se ha entendido la “fiebre” de los parques temáticos no sólo como un añadido a la oferta turística, sino incluso como una manera de especulación constructiva, una manera de hacer ganar valor rápidamente o recalificar terrenos que carecían de atractivo alguno.

En la actualidad, y a pesar de la situación de crisis generalizada, podemos observar cómo desde algunas administraciones públicas se sigue apoyando a proyectos de este tipo o similares características (Barcelona World, Eurovegas Madrid y Paramount Murcia), sobre la base de una pretendida gran generación de empleo y riqueza en el entorno.

Según la revista de divulgación profesional Hosteltur (2007: 7): “la evolución de los distintos tipos de parques (temáticos, de atracciones, de naturaleza y acuáticos) en España ha sido distinta desde sus primeros pasos hace más de 30 años. Los primeros en surgir fueron los parques de naturaleza, principalmente los zoos y los acuáticos. Siguieron los parques de atracciones y desde mediados de los noventa, los parques temáticos”. En los últimos años, están volviendo a tomar mucho protagonismo los parques de naturaleza, especialmente los acuarios, tras el éxito cosechado por L’Oceanogràfic de Valencia, con crecimientos en número e ingresos superiores al 100% (tabla 4).

El 1 de Mayo de 1995, una fecha destacada ya que supuso un punto de inflexión de la industria de los parques de ocio en España, Port Aventura abre sus puertas al gran público en Salou, una ciudad costera de la Costa Daurada, muy próxima a Tarragona.

Los terrenos sobre los que se asienta el complejo, habían sido uno de los lugares propuestos a Disney en la década de los 80 para ubicar su parque europeo, si bien la corporación optó por ubicar su parque en París. Tras ese varapalo, las autoridades catalanas deciden crear su propio parque, buscando para ello a algunos de los operadores más importantes de parques para diseñar y gestionar Port Aventura.

El parque deviene en un rotundo éxito y en uno de los más visitados de Europa con cerca de 3 millones de visitas anuales, lo que desata la fiebre de los grandes parques temáticos de destino en España y a su sombra se inauguran 3 complejos de alta capacidad en 7 años (Isla Mágica en Sevilla [1997], Terra Mítica en Benidorm [2000] y Parque Warner en Madrid [2002]), con desigual éxito comercial.

A pesar de que los impactos económicos positivos de los parques temáticos españoles puedan haber estado sobredimensionados en algunos casos, lo que es indudable es que son un factor dinamizador de los destinos en los que se ubican. No sólo es importante el negocio generado directamente por los parques, sino también la forma en que indirectamente contribuyen a estimular la actividad económica de los destinos y, fundamentalmente, a revitalizar productos turísticos ya maduros. Los parques estimulan y dinamizan la oferta turística y comercial del destino favoreciendo sobre todo a hoteles e intermediarios con los que realizan acuerdos comerciales para vender paquetes que incluyen entradas y alojamiento. La capacidad de “empaquetar” el producto, presentándolo de una forma simplificada para su adquisición y consumo, son elementos que atraen a los turistas y, principalmente, al segmento de familias que son las que mayor gasto realizan en estas atracciones. Evidentemente, sin la existencia de la oferta de parques, no habría demanda en este sentido.

Según Hosteltur (2007) los parques temáticos crean cada año nuevos puestos de trabajo directos e indirectos, pero son una fuente de empleo temporal. La precariedad salarial es la tónica dominante de los contratos eventuales en la temporada alta y en la temporada baja el empleo puede disminuir entre un 30 y un 60 por ciento. Los salarios no son lo suficientemente atractivos. Situación que provoca una gran rotación de empleados en el sector, con consecuencias negativas para la necesaria formación del personal en el conocimiento del funcionamiento y dinámica de las atracciones. Esto hace que cada vez resulte más difícil encontrar personal especializado y tengan que cubrirse las plazas con personas no cualificadas y con estudiantes en períodos de vacaciones.

En la siguiente tabla recogemos los datos que aporta anualmente la consultora DBK sobre el estudio de los parques de ocio españoles. La tabla está dividida en cuatro años clave:

  • 1996: Primer año del que se han obtenido datos, el año posterior a la inauguración del primer parque temático.
  • 2001: La industria de los parques de ocio sufre una gran evolución durante estos años.
  • 2007: Año record en todos los sectores económicos del país, y en especial en turismo.
  • 2011: Ultimo año del que se poseen datos y el primer año en el que se empieza a ver una ligera recuperación de los parques de ocio tras los fuertes descensos producidos entre los años 2008 y 2010, que abocó al cierre de muchos parques.

Evolución de la oferta de parques en España

En la tabla observamos cómo entre los años 1996 y 2001 se produce el primer boom de los parques de ocio, de un sector que en 1996 sólo se componía de 56 parques, pasa a la nada desdeñable cifra de 84 en el 2001, lo que supone 28 parques nuevos.

Se observa como los parques de atracciones y acuáticos se mantienen bastante estables en número pero los parques temáticos y de naturaleza obtienen importantes aumentos en su número.

Entre los años 2001 y 2007 hubo un importante incremento en el número de parques de ocio, mayor que en el intervalo 1996-2001, debido a la expansión económica que sufría España y la creciente demanda de espacios de ocio por parte de unos ciudadanos españoles, que viven una época de explosión económica, y turistas.

Con el inicio de la crisis el panorama cambió bruscamente, lo que propició especialmente en los primeros años de la crisis el cierre de varias empresas gestoras de parques acuáticos y de naturaleza. A pesar de ello, es el sector de los parques temáticos el que más ha visto reducir sus cifras de visitantes y facturación, debido principalmente a su mayor coste de acceso y a la crisis interna que sufre este sector desde principios del siglo XXI.

Sin embargo, los últimos movimientos producidos en el sector de los parques de ocio, y especialmente en el de los parques temáticos, con la incorporación de empresas especializadas en la gestión de este sector (los casos de la venta de Isla Mágica al grupo francés Looping Group y Terra Mítica al grupo español Aqualandia), hacen pensar que los parques van a iniciar un proceso de revitalización, aprovechando las economías de escala y el conocimiento de esas empresas del sector, lo que augura un futuro más prometedor y competitivo para los parques de ocio en España en los próximos años.

Cabe destacar el impacto que están teniendo los parques acuáticos, que gracias a la inauguración en el año 2008 del Siam Park en Tenerife, es el único sector de los parques de ocio que ha mejorado su número de visitantes y facturación en el 2011 con respecto al 2007; y el sector de los parques de naturaleza, que aumentaron un 446% en el intervalo 1996-2011.

5. NUEVAS TENDENCIAS DEL SIGLO XXI

Tal y como se ha venido exponiendo a lo largo de este artículo, el modelo de los espacios para el ocio ha evolucionado conforme lo ha hecho la sociedad. La siguiente ilustración recoge dicha trayectoria.

Evolución de los espacios de ocio

Así, si a finales de los siglos XVIII y principios del XIX encontramos los “Pleasure Gardens”, parques zoológicos y exposiciones universales como centros de ocio donde es posible, simultáneamente, relacionarse socialmente y saciar la curiosidad cognitiva de una sociedad inmersa en plena era de los descubrimientos científicos y los primeros adelantos tecnológicos, el paso a los parques de atracciones mecánicas representan una adaptación a la creciente clase burguesa y trabajadora La sociedad industrial de finales del siglo XIX y principios del XX demandaba recintos de ocio abiertos al público en general. A mediados del siglo XX, finales en España, observamos un cambio importante con la aparición de los parques temáticos y su lenguaje cinematográfico, propio de una sociedad consumidora de cine y televisión.

La indudable vorágine tecnológica que nos envuelve, está provocando un cambio de hábitos en la sociedad, pero muy especialmente en la forma en que ésta se relaciona y comunica. Surgen nuevas y rápidas formas de comunicación (redes sociales) a través de dispositivos electrónicos que interceptan en la relación del individuo con los demás y con el mundo que le rodea. Estos cambios aún no se sabe con certeza cómo afectarán a los parques temáticos, ¿hasta el punto de que desaparezcan y aparezca un nuevo modelo de espacio de ocio?, y es que, ahora mismo, ¿qué se estará inventando?.

5.1. Nuevas tecnologías – Turismo siglo XXI

Actualmente, en los países económicamente desarrollados, estamos en la llamada sociedad de los nativos digitales, apelación especialmente dirigida a aquellos que han nacido con el siglo. Vivimos en un momento y en una sociedad dependiente de la dimensión tecnológica. Los cambios en las nuevas tecnologías han producido un cambio social, un cambio en el modo en que nos relacionamos, con una sociedad altamente conectada a internet. En este contexto el cliente, usuario de la red, es más libre y está más disputado, ya que tiene un acceso más fácil y rápido a la información. Comparar y comprar productos en internet tiene un relativo bajo coste de tiempo y esfuerzo, pero, sobre todo, produce la satisfacción de la inmediatez y sensación de control. El mundo es ahora, más que nunca, un sistema interconectado.

5.1.1.Internet

Como es sabido, Internet se popularizó a finales del siglo XX. En un principio era usado fundamentalmente como un medio de información pero en los últimos años los negocios turísticos, en combinación con empresas tecnológicas, están intentando explotar todas las posibilidades que internet ofrece este canal permite llegar al cliente final directamente, creando oportunidades de venta directa o indirecta y haciendo partícipes a los clientes mediante las redes sociales y chats de las novedades de la “comunidad” (no empresa, no negocio) de tal manera que se refuerza el sentido de pertenencia al “grupo de amigos” a la vez que se fortalece la reputación online de la compañía.

En definitiva, internet es una herramienta que ayuda a la hora de inspirar a los turistas a la hora de decidir un viaje, les permite informarse y conocer las opiniones de otros viajeros, comparar y en última instancia reservar, a la vez que es una poderosa herramienta de marketing tal y como se está demostrando.

5.1.2.Redes sociales

Las redes sociales permiten a los usuarios compartir experiencias, fotografías y videos, inspirando de esta forma a otras personas para la realización de un viaje similar. Marcas comerciales como Facebook, Twitter, TripAdvisor y Youtube no son sólo una forma de hacer marketing digital, sino que se han insertado plenamente en la mayoría de los negocios turísticos condicionando su comercialización. La cara más amable de las redes sociales es precisamente la posibilidad que surge de crear programas de fidelidad, no especialmente entre los ya fans del producto, sino en la capacidad de éstos de convertirse en promotores espontáneos entre sus amistades y conocidos. También permiten la interacción directa de los clientes lo que puede ayudar en las decisiones estratégicas de las empresas. En definitiva, las redes sociales están cobrando importancia en los servicios de atención al cliente de las empresas, y es que permiten detectar los problemas y dar una respuesta rápida, directa y cercana, contribuyendo de esta forma a la retención del usuario y la mejora de la imagen de marca de la empresa. Por otra parte, las redes sociales también tienen sus inconvenientes ya que la libertad de expresión del usuario, ampliada en la red, puede comprometer y dañar seriamente la imagen de la empresa si no se contrarresta con rapidez y convincentemente.

5.1.3.Tecnología móvil

La tecnología móvil gracias a los nuevos dispositivos electrónicos está cambiando los modos de interacción social y de consumo Los turistas que han incorporado su uso en el tiempo de ocio y vacaciones disponen de múltiples aplicaciones que están abriendo un nuevo mundo de posibilidades. Para las empresas el reto está en no sucumbir a la despersonalización; la automatización permite las economías de escala pero es importante para el éxito no convertir a los turistas en un simple número, en un ente que consume detrás del dispositivo. Toda la información que voluntaria o involuntariamente ofrece el usuario de los dispositivos móviles van a permitir analizar en tiempo real su comportamiento, sus gustos, aficiones, etc., pero un uso abusivo podría generar un rechazo radical tras una mala experiencia de consumo.

Otra revolución que está a punto de llegar es la de los llamados “wallet”, y que es la posibilidad de pagar con los dispositivos móviles sin la necesidad de tarjetas ni pago en efectivo, gracias a “la nube” en internet.

5.1.4.Blogs

Los blogs también han revolucionado el marketing digital de las empresas turísticas, aunque en la mayoría de los casos no está controlado por las empresas, ya que son particulares los que los crean y publican artículos sobre temas de su interés. Sin embargo, la infoxicación (información + intoxicación) que se ha producido al ser un medio de expresar opiniones particulares gratuito, ha hecho que sólo los blogueros más reputados de su sector adquieran visibilidad y reconocimiento profesional, lo que en algunos casos ha sido aprovechado por las empresas para realizar campañas de marketing, e incluso se está empezando a popularizar los blogtrips, al estilo de los famtrips de las agencias de viajes, para familiar a los blogueros con el producto.

5.1.5.Innovación

La innovación es uno de los pilares de la competitividad y, para los parques temáticos, se configura como uno de sus condicionantes principales, ya que su oferta suele basarse en la innovación constante de sus atracciones para crear experiencias diferentes y novedosas a los visitantes que permita mantener o aumentar el atractivo de sus instalaciones tanto para los nuevos visitantes como para los repetidores.

5.2. Influencia de las nuevas tecnologías en los parques temáticos

Las tendencias y tecnologías apuntadas anteriormente están siendo adoptadas, en mayor o menor medida, por los parques temáticos. La siguiente tabla ilustra las aplicaciones que son o pueden ser adoptadas en la gestión de los parques temáticos en los principales procesos operativos:

Tendencias tecnológicas de los parques temáticos

6. CONCLUSIONES

Los parques temáticos son una creación humana no espontánea. Son el resultado de la concreción en un concepto de negocio tangible de las demandas, anhelos y cambios de la sociedad de cada época. Aunque su máxima popularización ha tenido lugar desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días, los antecedentes de estos espacios de ocio pueden ser datados desde el siglo XVIII y, en su evolución, no sólo se han ido adaptando a las nuevas demandas sociales, sino que son un referente para lo que se puede considerar el fenómeno de la “tematización” turística (restaurantes, hoteles, museos) e incluso su comparación con espacios públicos como son los Parques Patrimoniales y los Parques Naturales (Martins y Costa, 2009).

La progresiva consolidación de la nueva cultura del ocio activo anuncia el surgimiento de nuevas expectativas por parte de los consumidores que reclaman nuevos productos y, en particular, nuevos equipamientos recreativos en consonancia con la sociedad actual en la que sigue teniendo mucha importancia los códigos audiovisuales.

En este trabajo se ha revisado y definido el concepto de parque temático, se han establecido tres tipologías de parques temáticos en función del tema, el territorio y la motivación principal (recreativa o educativa), asimismo, se ha revisado y actualizado la evolución de los parques hasta nuestros días detectándose una tendencia relevante: el crecimiento en número, inversión y en visitantes de los parques de naturaleza, en consonancia, una vez más, con la idea de que el turismo es en sí mismo una realidad social y como tal, el turismo en los espacios de ocio reflejan el sentimiento y preocupación actual por el medioambiente.

No podemos saber qué va a pasar en los próximos años, si el modelo de los parques temáticos desaparecerá o evolucionará, pero lo que parece probable es que ante la cierta deshumanización que producen las nuevas tecnologías, los parques temáticos deben incidir en su concepto de lugares de relación; de espacios abiertos agradables, amigables en los que el contacto con la naturaleza y con la posibilidad de interactuar con otras personas sea un valor añadido. En definitiva, los parques temáticos son y seguirán siendo espacios de ocio donde los visitantes suelen acudir en familia o amigos para vivir y compartir experiencias únicas que quedarán grabadas en su memoria, y en una sociedad sobre tecnificada puede convertirse en un valor seguro.

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7.1. Páginas Web

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